viernes, 26 de julio de 2013

Mis técnicas del azote, a grandes rasgos, particulares.

Es sin lugar a duda mi sesión favorita, azotar a mi esclava es lo que más me gusta tal vez sea algo demasiado simple y clásico para algunos que así sea, pero ya se sabe, cada uno tiene sus propios gustos.
En tantos años lo he practicado todo con ella, bueno todo no pero mucho sí, y realmente como el azote en su culito precioso no hay nada para mi tan reconfortante, en el blog se puede observar una muy pequeña del abanico de posibilidades que me ofrece como esclava, pero la que a mí más me satisface o por lo menos lo que jamás puede faltar es el azote y si es severo mejor aún.
Tenerla bien situada es poderle dar
 lo que espera y desea de su Amo.
La disciplina del azote, suele ser algo muy temido por la inmensa mayoría de la gente que, teniendo deseos de ser sometida, aun no se atrevió a dar el paso. Sin duda el hecho de que al pensar en latigazos se nos venga la imagen de una espalda en carne viva tiene mucho que ver con eso. Pero esa imagen nada tiene que ver con el BDSM o por lo menos para lo que yo tengo como mi BDSM.
Al azotar a una esclava en ningún modo se pretende sacarle la piel a tiras, si no proporcionarle un punto de excitación a través del dolor, un punto por otro lado bastante alto y compartido el placer con el que azota.
En una buena sesión de azotes, es conveniente varias cosas, por un lado es buena idea el alternar diversos utensilios, por ejemplo empezar con las clásicas nalgadas, ya no te digo nada si pones en tu falda la esclava desnuda y la azotas con la mano directamente, así a la vez que calentamos la zona, daremos tiempo a que actúen las endorfinas, lo cual nos permitirá alargar aun más la sesión; pudiendo luego pasar a la pala o un gato o látigo de cola, con lo que obtendremos azotes más intensos a la par de que el látigo además nos permite "acariciar" la piel con el resultado de que la excitación de la esclava aumente.
Por otra parte si algo me excita fuertemente es el doblar una buena correa de piel natural por el medio y azotar a mi janna con esa herramienta tan temida y tan apreciada porque su dureza acompaña el perímetro por igual del culo, dándole con ella un abrazo desde el punto de inicio hasta el final sin una variación muy elevada de cambio de dolor de una parte a la otra del latigazo, además se consigue un estruendo que aun fortalece la sensación de dolor mas allá de la realidad física y sobretodo psicológicamente cuando ve que te quitas el cinturón o le pides que te lo quite ya ve claro que toca tocar el cielo de la sensación dolorosa de su entrega y la placentera de la recepción de su esfuerzo por no moverse mientras dure la sesión… tened en cuenta que a mí no me gusta atarla porque me da mucho morbo que sea ella quien se sitúe tal como sabe le gusta a su Amo que se posicione según lo que vaya a darle. En el caso del cinturón dejo que se coja al león al que ya he hecho referencia en otras ocasiones. Lo coge, lo acaricia, le consuela sentirse más entregada que estando inmovilizada y además es más fácil azotarla sin riesgos que provocaría al mover su cuerpo.
También es buena idea el alternar los azotes con caricias, tanto para relajar la piel, como para subir más la temperatura de la esclava. Por otro lado el parar de vez en cuando nos permite un mayor control de la sesión, percatarnos de que todo está dentro de los límites de la esclava va manteniendo un ritmo constantemente hacia arriba.
A veces es necesario la dureza en la entrega para
 que ella lo pueda observar posteriormente.

Otro detalle a tener presente en los azotes, es que dependiendo del equipo usado, así será de intenso el golpe, cuanto más ancho mayor es la superficie de contacto, mas repartido estará el golpe y dolerá menos, por ello la recomendación de empezar con la mano o una pala y poco a poco ir pasando a un aumento gradual del dolor. La verita de madera dará ese punto de adorno en la marca que tanto adora ver después una esclava que no tenga que dar explicaciones a nadie de sus marcas que no sean a su Amo.
Si usamos un látigo, además tendremos que tener cuidado en dirigirlo correctamente, para lo cual lo más sencillo es recoger las trallas con la mano libre, al recoger el látigo tras el golpe. Ello además nos permitirá alternar los golpes de las trallas en plano, como solo de punta etc… Hemos de tener en cuenta que a más longitud del látigo mas fuerza de contacto tendrá en la punta por lo que hemos de tener presente no el dolor de la primera zona de contacto si no la mas mejana, la del final que es donde más velocidad cogerá y por eso más dolerá. El abrazo en el cuerpo de la esclava es muy morboso y si miras su expresión el punto más alto de dolor es cuando le azota la parte más lejana del látigo.
También hay que tener presente la postura en que la azotamos, si la esclava se halla en una postura en la que piel y músculos se hallen en tensión, (inclinada hacia adelante por ejemplo), la zona estará menos protegida y el azote será siempre más intenso.
Y por ultimo diré que, las zonas de azote, ya que no es sensato el azotar donde nos parezca sin más, habiendo zonas del cuerpo, como la renal o cara, en las cuales jamás hay que azotar. Lo ideal, especialmente al iniciarse, es en las nalgas, pudiendo mas adelante ir accediendo a otras zonas tales como parte alta de la espalda dependiendo de dos factores, el primero observar la reacción a los cambios de zona para conocer sus sensaciones y por otra saber que solo la podremos marcar si realmente es libre de mostrar sus marcas. Para entrenarse el Amo no está de más, al principio, marcar los límites que tapa su ropa utilizada en los momentos íntimos que pueda tener con otras personas si las hay o sus familiares con un rotulador para no salirse del perímetro y que todo quede dentro para más discreción.
Por supuesto, en el caso de los Amos, no tener miedo a aprender, no creamos que con comprar un látigo ya vale, hay que saber cómo dirigirlo, como modificar la intensidad del golpe, evitar que se enreden las trallas, que equipo usar en cada momento, y hasta los mejores materiales en cada tipo de herramienta como la madera usada incluso la longitud y la anchura de la pala.
Jamás el Amo ha de dañar a su esclava, disfrutar de su dolor no significa dejarla desgraciada y que coja miedo a una sesión de azote por el hecho de no saber azotarla bien. Practicar a baja potencia y dirigiendo bien el látigo es algo importantísimo, mas adelante ya iremos de excursión por su cuerpo cuando sepamos seguro que no le hacemos daño sini le damos dolor.

Una preciosa visión de lo tuyo.
Para mí una cosa es dar sensación y otra es dañar. Una fuerte sensación de dolor es apreciada por ambas partes mientras que rasgar la piel no tiene sentido y si por mala suerte eso sucede rápidamente hemos de parar y desinfectar la herida limpiando bien la zona y hidratando la piel posteriormente. A mí me gusta regalarle a mi esclava, después de una buena sesión de azote, una buena y cariñosa friega de crema hidratante. Eso hace que desaparezca mucho la señal de los azotes al hacer circular bien la sangre y por otra parte a ella le encantan esas caricias cariñosas en la que le demuestro mi agradecimiento a su entrega que en mi caso es siempre sin límite de sensación ya que janna es un regalo de los dioses del BDSM.
Mi regalo el día de mi aniversario fue invitar a mi esclava a merendar, tomar mi cafecito ese beso al llegar y al acabar el encuentro ir un breve momento al lavabo del restaurante, subirle la faldita bajarle la braguita, que me guste lleve puesta para podersela bajar, y darle tres palmadas. Eso si fué una buena celebración. Gracias janna por darme ese placer reservado a los Amos que nos sentimos amados por nuestra esclava.

domingo, 21 de julio de 2013

Para azotar con pureza, la posición de la sumisa es primordial.

El Amo decide mientras ella siente.
Para un Amo azotar en cualquiera de las modalidades es un verdadero placer y más cuando también lo es recibir con ansia esos azotes por parte de la sumisa. Digamos pues que aparte del hecho de azotar la posición de la sumisa al ser azotada es quizás más importante que el propio hecho del golpe. Lo que buscamos en una escena así es placer. Está bien, a veces puede ser excitante simplemente golpearla en el momento, sin preparación y sin premeditación, como que abusas de ella porque te apetece como buen Amo ejercer ese derecho, pero para sacar todo el placer de una paliza la correcta posición es tan importante como el propio dolor dado en el acto. Así podemos distinguir dos puntos de vista distintos, el del Amo y el de la sumisa.
El dominante suele buscar en el posicionamiento exacto de la sumisa entre otras cosas:

La comodidad del Amo es esencial.
Comodidad: El Amo debe estar cómodo, tener bastante lugar para moverse libremente y poder poner con el que va a azotar en un ángulo que le permita moverlo sin esfuerzo y sin cansarse, además de pudiendo dirigirlo de forma apropiada sin desviar el golpe por algo que entorpezca la libertad de movimiento limpio del azote.
Fuerza: El que golpea debe poder golpear con toda la fuerza necesaria para lograr el efecto buscado y no quedarse sin fuerza por falta de espacio o mala situación etc...

Acceso total: El área a golpear debe estar totalmente expuesta y a la vista del Amo, y en el ángulo más apropiado para pegar con seguridad y severidad o al contrario suavemente pero siempre a su criterio, nunca al que pueda proporcionar una casualidad como pueda ser que la sumisa se cierre o mueva.
Seguridad: la sumisa debe estar puesta en una posición que facilite golpear en las áreas seguras y donde el Amo desee golpear, mejor que la propia posición dificulte golpear donde se podría hacer daño involuntariamente. (Siempre diferencio entre el daño y el dolor, me gusta darle dolor no quiero jamás dañarla y eso es una regla para mi imprescindible para que se pueda entregar con la soltura y la tranquilidad que necesito tener para gozar del placer de su dolor, por severo que sea.)
El siguiente punto de vista el que deseamos para la sumisa y están claras varias opciones que hagan del acto un lujo, entre ellas podemos  tener en cuenta como ejemplo las siguientes:
Comodidad: realmente esto depende del propósito de las nalgadas, y en el capricho del que castiga. Si se procura dar unas nalgadas sensuales, es preciso que la sumisa esté cómoda, para que pueda concentrarse en las sensaciones de la paliza. Si es una azotaina de castigo, el dominante decide si le desea dar esa comodidad en más o menos cantidad dependiendo del resultado final o incluso el momentáneo.
 Anticipación: el hecho de que se le ordene ponerse en una posición determinada prepara a la castigada para la paliza. En la anticipación el miedo puede ser tan importante como el propio dolor. El corregir la posición siempre da a la sumisa un toque de morbo puesto que sabrá como el Amo desea verla mientras la castiga.


Que ella vea la ramita le da
 ese toque de miedo tan exquisito.
Sensaciones aumentadas: si la parte a ser castigada está en la posición correcta, el que pega será capaz de proporcionar todas las sensaciones que se requieran, sean de placer o de dolor puesto que no se pierde en los alrededores sino que va directamente a conseguir o la sensación exacta que le desea dar.
Humillación: ser posicionada para unas nalgadas, ser obligada a ofrecer el cuerpo para el castigo es humillante, se siente tratada como una niña pequeña, y es excitante según mi forma de verlo.
Exposición: En la posición correcta, un sumiso está totalmente expuesto mostrando las nalgas y los genitales. A la sumisa se la debe obligar a facilitar siempre una buena exposición ya que así le será más difícil proteger su sexo apretándose ya que la vulva no es tan aparente como en el caso del sumiso que tiene sus genitales más externos. Esto hace la cosa más humillante. 

Atención: con las nalgas bien expuestas y dirigidas hacia el dominante, toda la atención se vuelve hacia la parte expuesta. La sumisa se siente “todo nalgas”. Eso intensifica las sensaciones ya que además debemos proporcionarle el ritmo adecuado para que pueda vivir la experiencia con toda la riqueza exigible. El ritmo, la frecuencia debe ser la que el Amo crea oportuna, las prisas nunca son oportunas. La sumisa debe tener tiempo de poder notar además de su dolor el placer en el Amo, mediante esos espacios en los que incluso podrá oír la respiración los comentarios, el silencio o lo que el Amo desee darle entre cada azote o nalgada.
Sumisión: La sumisa ha de ser obligada a ponerse en una posición muy vulnerable y humillante, sometiéndose totalmente a la voluntad del que le va a castigar. Está indefensa y no puede evitar el castigo. En el caso de ser castigada por cesión siempre me gusta que me vea sentado tranquilo mientras ella solo puede darme su orgullo de sumisión.


La varita despues de las nalgadas ha dado la propina
para placer extra del Amo que la tiene a mano..
Presentación visual: Si la sumisa está en la posición correcta, la situación debe ser excitante no solo para su Amo sino que lo será para otra sumisa que tengamos esperando o incluso si le ofrecemos la bonita visión a otro Amo a modo de agradecimiento o regalo, aún para quien no está en BDSM, porque el castigado está ofreciendo sus partes más íntimas a la vista de los presentes en la sesión que el Amo le estará dando.
Cada Amo tiene su forma de ver su BDSM, yo tengo la mía muy genuinamente mía y aquí solo expongo unos ejemplos que tengo en cuenta a la hora de disfrutar de mi esclava y en ocasiones, aunque pocas, de disfrutar viendo las caras de otras sumisas y sumisos al aplicar estas reglas de forma natural. En estos casos en los que hay terceros se ha de procurar que consigan disfrutar de la sesión y siempre darles la oportunidad de hacerles partícipes, jamás estatuas inmóviles sin derecho a sentir. Esto es un regalo que hago cuando tengo la oportunidad a mi esclava janna que así se sabe importante en su rol, aunque a veces ha habido algún problemilla, la verdad es que he de agradecer su buena voluntad.

viernes, 19 de julio de 2013

La entrega de la sumisión, un camino sin meta.

Para algunos Amos, la entrega de la sumisión termina una vez alcanzadas unas cotas de dominación tanto física como mental y psíquica. Sea por que es lo que previamente pactaron el dominante y su sumisa o por falta de experiencia como por dar como finalizada la educación en los niveles del ser sumiso; dedicándose a partir de ese momento a disfrutar de lo alcanzado por ambos. Evidentemente cada caso en diferente nivel y en diferente estilo.
Depilarse puede demostrar...
Para otros sin embargo (entre los que me encuentro yo) tanto la entrega de la sumisión como la educación y doma de la sumisa no tiene fin, ya que para nosotros la dominación y el sadomasoquismo es una escalera de peldaños infinitos, donde cada vez se sube un escalón más, y otro más, así de manera continuada y sin prisas pero con paso firme hacia arriba. Pienso que la entrega de la sumisión solo tiene dos límites tanto físicos como mentales y que son la razón por una parte y la salud por otra.

que la sumisa tiene un par de ovarios...
Por supuesto que esta subida sin fin es difícil y larga, en la que el dominante debe llevar de la mano a su sumisa, sumisas o seres sumisos en general ya que no tiene nada que ver ni con el sexo del ser sumiso como tampoco la cantidad de seres sumisos en este crecimiento interminable, disfrutando de lo conseguido y logrando cada vez más cotas de perfección en la educación para servir a su dominante y en el placer de ambos por lo logrado hasta ese momento. Al mismo tiempo hay que tener mucho cuidado, para que la relación vaya creciendo y la simbiosis entre ambos llegue a las más altas cotas de unión, sin caer en lo que suele ocurrir cuando la relación es duradera, y es que el ser sumiso comienza a amar a su Dominante, y en algunos casos a este le sucede lo mismo y la cosa empieza a decaer por el miedo a perder el amor el uno del otro.
No soy yo quien está en contra de que en esa relación acabe habiendo amor, pero según mi punto de vista, éste puede hacer que la relación cambie y los roles no estén ya lo definidos que el sadomasoquismo exige si en Amo no es suficientemente exigente de si mismo en el trato a su pareja de rol.

demostrando que tiene el deseo inconmesurable...
Creo que en esa situación el Dominante no tiene la fuerza de domar a su ser sumiso si lo ama de la forma natural sin la fuerza de su parte sádica por delante de ese amor. La sumisa deberá tener el Amo siempre con el amor por delante de todo para que la entrega de la sumisa sea placentera en el aspecto de saberse dar por el placer de darse.
Si no tenemos en cuenta que el amor puede ralentizar, incluso parar esa ascensión sin final, la educación de la sumisa nunca será la adecuada ni su rol como Dominante adquirirá la fuerza requerida en éste tipo de relación, sino más bien al contrario, habrá un retroceso o estancamiento fatal en la educación iniciada y continuada que hará saltar por los aires la ilusión por la continuidad.
El Amo es el dominante y la sumisa la entregada al Amo. El uno deberá buscar las miles de formas en las que la sumisa podrá darle el placer de enorgullecerle como dominante sádico porque ella es feliz siendo la sumisa de su sádico Amo.

de regalar su dolor voluntario al Amo que ama.
Nunca jamás la sumisa al amar y sentirse amada por su amo puede  pasar de una entrega sin condiciones a sentir que su amor está por encima de la misma. Así mismo la sumisa deberá ser reprendida siempre por su dueño, para  entregarse como ser sumiso a una entrega en la que el amor no termine primando sobre el BDSM .
 Con todo esto, esa relación que comenzó siendo de AMO/sumisa, pasa a convertirse en una relación cada vez mas de pareja normal en la que el BDSM va teniendo cada vez menos fuerza, y termina siendo solo un aliciente más en el sexo entre una pareja convencional si no mantenemos el amor como ampliación de la sumisión y no al contrario.

Al acabar, 50 azotes en la vulva, dan
 este color tan deseado por el Amo...
Naturalmente que hay y habrá parejas en las que ocurra de distinta manera. Lo importante es que los dos estén de acuerdo en su relación, más allá de cómo terminen sintiendo y actuando, pero en mi caso el amor me ayuda a afianzar la confianza de mi sumisa en mi y eso hace que le sea más fácil darse a mis caprichos de Amo severo o amoroso dependiendo del equilibrio que yo crea conveniente darle según su estado y el momento.
Está claro que todas las opciones son correctas y respetables, y que cada cual vive el BDSM como desea y con quien desea.
Para muchos el Sadomasoquismo y la Dominación forman parte de su estilo de vida; más o menos secreta, para otros solo es una manera de evasión en sus vidas y lo viven de manera esporádica, para otros  solo es un juego de roles, en los que el BDSM solo es un aliciente más para el sexo.
En realidad es que todas las opciones se diferencian solo en una cosa y que lo que para unos la meta es un fin, para otros solo es un punto más de partida en esa búsqueda de elevación mutua, continuando ambos hacia arriba porque les quedan infinitos peldaños para seguir subiendo esa escalera sin fin que es el sadomasoquismo.

martes, 16 de julio de 2013

Educar el orgasmo de la sumisa.


Muchas mujeres por desgracia no saben lo que es un orgasmo por no haberlo experimentado nunca bien por el pudor de no saberse masturbar o bien por la poca dedicación por parte de su pareja a buscarlo.
Un Amo ha de conseguir no solo que su sumisa sienta un orgasmo sino que debe asegurarse el dominio del orgasmo de su chica en el momento que él decida dárselo, tanto en lo que se refiere al instante, a la calidad, cantidad, así como a saberlo exteriorizar como a tenerlo absolutamente en silencio y discreción.
No te rindas, usa la cabeza y
acaba con el pene.
No se trata de un imposible sino que el éxito reside en la educación con el tiempo necesario y el esfuerzo oportuno aunque sea un proceso a veces duro a veces imposible y jamás dejar de practicar, incluso forzándolo de formas extraordinarias como sería por teléfono o en situaciones algo complicadas como podría ser en medio de público como ejemplo en un cine mientras vemos la peli.
Una vez hayamos conseguido que lo tenga cuando el Amo lo pida tendremos en nuestras manos a la sumisa más feliz del mundo y aseguro que eso da como resultado un contrato no escrito absolutamente fiel por parte de la sumisa que queda dentro del equilibrio que le pide el Amo entre el dolor y el placer. No hay nada como por ejemplo hacer que la sumisa se corra mientras el Amo la azota de forma sensual, no necesariamente floja.
Saber pasar del dolor severo al orgasmo severo en unos segundos es algo que si una sumisa lo vive, jamás lo olvidará puesto que el subidón al placer partiendo del dolor es algo que se ha de vivir para entenderlo.
La típica escena de final de película en la que la pareja practica el sexo y alcanzan el orgasmo al mismo tiempo puede dejar de ser una ficción.
A la sumisa se la ha de acostumbrar a saber darse placer delante de su Amo, naturalmente en los inicios el Amo ha de procurar que ella sienta esa necesidad de ofrecer a su Amo el placer de correrse ante él.
Ahora vas bien, ahora piensas en ella
 y lo nota porque no tienes prisa.
Si cuesta se la debe ayudar con susurros, cariño y no está de más ayudándola tocándole el clítoris mientras ella hace lo mismo. Si el Amo ve que no sube el nivel de excitación no está de más despertar la vulva mediante algún pequeño azote que sea suficiente para que sepa que debe sensibilizarse a lo que se está haciendo.
Una vez consigamos que se corra cada vez que se lo pidamos masturbándose deberemos poder hacer que consiga alargar su excitación hasta que el Amo le de permiso para tener el orgasmo, para ello podemos usar la técnica de contar a tres. En un principio será casi imposible conseguirlo pero si se le habla y acaricia mientras contamos va sabiendo alargar ese estadío hasta el siguiente número. Al principio será la cuenta seguida para que sepa dónde estará su final, más adelante se alargará la cuenta hasta conseguir retrasárselo y darle el permiso en forma de tres. No está de más frenar la numeración y dejarla a mitad hasta al cabo de un ratito prudencial para que entienda su cuerpo que es la mente la que determina cuando ha de seguir la excitación hasta el final.
Esto tan fácil aparentemente en realidad cuesta mucho ya que ella deberá renunciar a su instinto cuando se le pida esa entrega.
En una cesión, el Amo deja que otro use a su sumisa. No hay cosa que de más orgullo a la sumisa que poderse correr cuando su Amo se lo diga y no cuando la persona que disfruta de ella le dé suficiente placer como para que explote. En la cesión me gusta ser yo quien diga cuando mi esclava ha de orgasmar y eso es clave para que el afortunado sepa que no ha triunfado sino que el Amo ha decidido darle este premio, normalmente en forma de orden verbal, justamente en el momento que él ha decidido que se corra la sumisa.
También es muy útil en la sincronización de los orgasmos. Por eso conocer trucos y técnicas para el orgasmo sincronizado no está de más.
Las parejas que lo han experimentado aseguran que es una sensación muy placentera en la que la unión física va más allá y pasa a ser por un instante la unión de las dos almas.
Si no se trata de BDSM en la que aconsejo educar el orgasmo de la sumisa, al resto de los mortales les diría que hay ciertas reglas que facilitan la sincronización.
Si las numero, según mi humilde experiencia, podría resumirlas a grandes rasgos en estas:

Primera regla: NO OBSESIONARSE
El principal error que se comete es exigirse a uno mismo. A veces cuando intentamos que todo salga perfecto es cuando peor resultado se obtiene.
Con esto quiero decir que lo peor que puedes hacer es obsesionarte o fijarte como meta alcanzar el orgasmo al mismo tiempo que tu pareja.
Con lo agradable que es ir probando aconsejo ir buscando los secretos de cada uno en el momento de la suelta, ¿para qué vas a desaprovechar intentos?, hagámoslo con frecuencia y siempre de forma racional, jamás dejar que se escape el orgasmo sin dar pistas del momento de excitación en el que estás. Las mujeres a las que les suele costar más se las ha de relajar y tranquilizar mostrándote concentrado en su estado y siempre esperándola y que note que no tienes prisa porque disfrutas de ella sin necesidad de llegar al orgasmo.

Segunda regla: NO PRESCINDIR DE LOS PRELIMINARES
Las mujeres suelen tardar más tiempo en alcanzar el orgasmo, por lo que para ellas los prolegómenos son vitales.
Juega con ella.
Él tiene que recrearse estimulando a su pareja y no tener ganas de demostrar la excitación con un orgasmo. Del mismo modo, el hombre puede controlar la eyaculación mediante trucos que ya son obvios. El que mejor suele funcionar es el de la presión en la base del pene, aunque si podemos debemos intentar retrasarlo de forma mental.
Así, con un control de la excitación de ambos podéis hacer que vuestros orgasmos se encuentren en un camino que no habíais recorrido hasta ahora y que hace que el valor del placer aumente en gran forma.

Tercera regla: POSTURAS ESPECIALES Y PARTICULARES A CADA CASO
Siguiendo la teoría de aumentar el placer de ella y controlar el de él, se pueden probar posturas que precipiten la llegada del orgasmo femenino.
Las posturas que dan más placer a la mujer suelen ser aquellas que permiten la estimulación del clítoris durante la penetración, no tanto en la propia penetración sino en el roce del pene con su clítoris. Aunque sigo insistiendo en que si antes acariciamos con los dedos (o no dedos) el clítoris, bien lubricado, nos encontraremos con el terreno abonado para que en la penetración final provoquemos su orgasmo. Jugar con el clítoris mediante el prepucio con pequeñas penetraciones pero sin dejar de frotar el clítoris es una bonita forma de esperar a que tu compañera esté lista para que entres a fondo en el tema.

lunes, 15 de julio de 2013

Punto P del sumiso tan auténtico como el Punto G de la sumisa.

El Punto P del sumiso tan interesante o más que el Punto G de la sumisa, sobre todo si es un Amo el que ha de equilibrar al sumiso y no una Ama, que en principio tiene más armas para dar placer al sumiso.
En el BDSM el placer es tan importante como el dolor y entre los dos conseguiremos el equilibrio de la sumisa y del sumiso que hace su entrega franca y voluntaria. En este caso ésta zona es muy genuina  para hacer que sea placentera o dolorosa dependiendo de cómo actúe el Amo que será quien decida lo que quiera dar a su sumiso. En el caso de la sumisa podremos hablar del punto G mientras que en el caso del sumiso hablaremos del punto P.
En muchos sitios se puede encontrar información sobre el Punto G de las mujeres por ese motivo me limitaré en ésta entrada a hablar sobre su equivalente en el hombre y que se llama en su caso Punto P o si lo preferimos Punto Prostático.
Situación del Punto P
El Punto P está situado en la parte inferior del recto, en aquella zona que se halla en contacto con la próstata o glándula prostática. Dicha zona es rica en terminaciones nerviosas y muy sensibles al tacto. Además, la estimulación de la próstata puede producir la eyaculación y el orgasmo masculino. De hecho, para sacarle una muestra de semen a una persona que sufre anaeyaculación es necesario introducirle una probeta eléctrica en el recto y excitar los nervios de esta parte del mismo (electro eyaculación). El Punto P es el equivalente en el hombre al Punto G femenino. La próstata se sitúa encima del perineo, junto al recto y debajo de la vejiga. Perineo es el músculo situado entre el ano y la base de los testículos. La función de la próstata es producir parte del líquido seminal que protege y nutre a los espermatozoides contenidos en el semen.
Electro estimulador anal básico.
La electro estimulación es muy matizable al poder regular de muchas formas diferentes las sensaciones que deseamos dar en un lugar muy determinado de forma que podremos hablar de placer y dolor con un aumento de potencia de estimulación eléctrica o bien una subida de frecuencia eléctrica.
¿Cómo estimular el Punto P?
Preparativos:
El Amo o pareja activa en su lugar, deberá tener limpias las manos y las uñas perfectamente cortadas. Es necesario lubricar abundantemente el ano del sumiso. Se debe usar un lubricante de base acuosa en forma de gel (que es compatible con el látex), pues además será conveniente que el Amo se coloque un condón en el dedo o un guante de látex en la mano. Le servirá para no ensuciarse si no hemos lavado bien al sumiso y protegerá a ambos de cualquier posible contagio (sida, hepatitis, gonorrea, etc). Es aconsejable lavar bien la zona del ano antes de empezar. Para ello no hay nada mejor que un buen enema del tipo que sea pero que sea profundo y mejor si lo repetimos varias veces, se puede usar también una pera de goma con la que inyectar agua en el recto para lavar las paredes internas. La relajación del sumiso es muy importante ya que los nervios son malos consejeros, para conseguir esa buena relajación una buena idea es como siempre la educación anal del sumiso.


Vibrador eléctrico estimulador Punto P
Dos anillos musculares llamados esfínteres rodean el orificio anal y cada uno funciona independientemente. El esfínter externo es controlado a voluntad mediante el sistema nervioso central (como, por ejemplo, los músculos de la mano). Este esfínter se puede tensar y relajar cuando se desee. El esfínter interno es controlado por el sistema nervioso autónomo (como, por ejemplo, los latidos del corazón); refleja y responde al MIEDO o TEMOR y ANSIEDAD durante las prácticas anales. La INSEGURIDAD siempre  causará que el ano se tense automáticamente aún si el sumiso está tratando relajarse. Puede que éste necesite aprender el control voluntario sobre su esfínter interno con el fin de relajarlo a voluntad. Para ello, puede insertar regularmente el dedo en su ano (en la ducha, durante el baño diario) y sentir los músculos. Por otra parte, un baño caliente previo a las prácticas sexuales aumentará el riego sanguíneo en la próstata y su sensibilidad. También es buena idea dar como deberes al sumiso su penetración diaria en el ano con juguetes que le vayan acostumbrando a la penetración sin miedo ni dolor y en todo caso que la práctica en si sea habitual para el sumiso.
Preliminares:
Es importante acceder a éste punto una vez el hombre esté excitado. Primero se recomienda excitarle estimulándole el pene para sacar más partido. Después, masajear la zona del perineo, y a continuación estimular externamente el ano. Para excitar el ano tenemos varias opciones: besos (anofilemia o beso negro), chupetones (anilictus), cosquillas (proctotitilia) o juegos con la lengua, que pueden incluir la introducción de ésta en el recto (anilingus o anilinguo), si el Amo no está en acuerdo de efectuar éste tipo de estimulación siempre podremos ordenar a la sumisa que se lo haga si tenemos una sumisa además del sumiso o hacerle utilizar juguetes que le pongan bien sin trabajar el Amo. De aquí lo que en temas anteriores se ha escrito de la necesidad de contar con una sumisa y un sumiso a la vez para que sean ellos quien obedezcan y trabajen cuando el Amo lo crea conveniente.
Estimulación:
 A continuación se mete el dedo en el recto lentamente, haciendo masajes circulares con el fin de lograr una buena relajación e ir acostumbrando la zona a la presencia del cuerpo extraño. Una vez lograda la penetración, se masajea en forma de ascendente y descendente, haciendo una leve presión sobre la pared del ano que está por encima de los testículos, curvando el dedo hacia el interior. La próstata se identifica al tacto como un pequeño bulto del tamaño de una castaña.
Con el transcurso del tiempo, se puede probar la penetración con más de un dedo. También se puede usar algún juguete sexual de látex y gelatina, en tanto que no son rígidos y se adaptan a las paredes del ano. La excitación del Punto P puede realizarse para acompañar otras prácticas sexuales, como la felación o la masturbación. También forma parte del pegging: sexo anal para hombres heterosexuales.
Consejos para el uso de juguetes:
Proteger los juguetes con un preservativo antes de usarlos. Utilizar lubricantes acuosos o los que indiquen que son aptos para usar con el mismo. Evitar usar todo tipo de aceites o derivados del petróleo, puesto que dañan el látex. Si se usa un juguete sin preservativo, se debe lavar con abundante agua y jabón antes del inicio y  al terminar para dejarlo en condiciones óptimas y que no se eche a perder el material resecándose.
Tapones Anales:
El Aneros es un instrumento para realizar el masaje prostático que también estimula el perineo. Los hay de diferentes grosores y longitudes. La forma exacta varía según la marca y modelo, pero básicamente son todos muy semejantes. 
Vibradores anales:
 Es un vibrador específicamente diseñado para estimular el Punto P que dispone de varias velocidades de vibración.
Advertencia:
El sexo anal mal hecho (falta de lubricante o vigor excesivo) puede producir hemorroides, fisuras anales, procidencia o prolapso rectal (cuando el tejido que recubre el recto se cae o sobresale a través de la abertura anal), trauma ano-rectal y otros problemas por el estilo. Es importante no forzar a la pareja pasiva de ninguna manera. También como ya he mencionado antes sin la educación adecuada el sumiso puede temer esa práctica lo que le llevará a la tensión y con ello aparecerá el dolor que hace aun más difícil la estimulación positiva de la zona en concreto.
 

viernes, 12 de julio de 2013

Estudiando el FISTING


Empezando con suavidad.
Colocación del pulgar.
Con el término anglosajón FISTING o fist-fucking (del inglés fist : puño) se conoce a la práctica sexual que consiste en introducir parcial o totalmente la mano en el ano o vagina de la pareja. Así pues tenemos que distinguir entre el fisting vaginal y el fisting anal puesto que naturalmente la vagina tiene una profundidad muy limitada mientras que el ano es más ajustable a la educación mutua en la consecución de una profunda penetración de la mano o el puño dependiendo de si la entramos abierta en forma de pico de pato o en forma de puño y lo profundo que deseemos llegar.


Fisting anal.
Es una práctica considerada como extrema, y se suele recomendar que no se lleve a cabo sin los necesarios cuidados previos como son la desinfección de la zona y de las manos, no llevar anillos ni nada que pueda entorpecer la penetración, limpieza interior en forma de un buen enema si lo que se desea es el morbo de la penetración sin ser un acto escatológico, guantes de látex sobre todo si no es tu pareja estable de BDSM ya que hace la función de un condón evitando la posibilidad de infecciones, lubricante al agua tanto en los dedos como toda la mano ( incluso con guantes de látex) delante y detrás hasta la muñeca y también a modo de enema introducir éste mismo lubricante dentro del ano. Una dilatación paulatina de los músculos o esfínteres es imprescindible.
Fisting vaginal.
Actualmente hay lubricantes con una composición que anula un poco el dolor durante la dilatación tanto en la zona vaginal como en la zona anal, de forma que podremos escoger si deseamos dar más o menos sensación de dolor dependiendo la velocidad de la dilatación como en la crema con algo de efecto anestésico.

A tres manos.
La posición de los dedos de la mano para ofrecer la máxima facilidad de paso en el caso de querer penetrar con el puño cerrado directamente es colocando el pulgar entre el dedo índice y el dedo medio después de insertar la mano en el ano o vagina de la pareja.
Podemos distinguir diferentes modalidades del llamado FISTING dependiendo de cómo lo llevemos a cabo: Estos son unos ejemplos en los que siendo lo mismo cambia la forma de su ejecución, y son fisting anal o vaginal, doble y triple fisting, autofisting y fisting con el pie.
Braquioproctosigmoidismo.
También podremos distinguir la modalidad llamada braquioproctosigmoidismo, braquioprosis o erotismo braquioprótico y que consiste en la introducción del brazo a través del ano de la pareja, llegando hasta sus intestinos con el suficiente entrenamiento consiguiendo al final lo máximo de ésta modalidad en la que el brazo entra en su totalidad y consiguiendo el fisting anal profundo.
Fisting vaginal con el pie.

Autofisting vaginal.
Autofisting anal.
En el fisting doble (double fisting) se penetra con las dos manos a la vez. Para ello se recurre normalmente la postura conocida como rezo de lado (side prayer), en la que las manos se colocan paralelas al suelo, con las palmas juntas.

En algunos casos se puede llegar al triple fisting vaginal, en el que participan varias personas.
En el fisting con el pie (foot fisting) se utilizan las extremidades inferiores para penetrar el ano o la vagina.
El autofisting es la práctica del fisting a uno mismo, sería algo así como masturbarse en forma fisting. Puede ser bien vaginal o anal.

miércoles, 3 de julio de 2013

Las mujeres sumisas o no, solteras, prefieren a los hombres emparejados.

Un último estudio ha puesto en evidencia lo que muchos sospechaban desde hace un tiempo: que las mujeres solteras están más predispuestas a “perseguir” a un hombre emparejado que a uno libre.
 “A las mujeres solteras realmente les gusto mucho el chico cuando este estaba comprometido”, dice Melissa Burkley, de la Universidad Estatal de Oklahoma en Stillwater, EEUU, que llevó a cabo el estudio junto con su colega Jessica Parker.
 Pidieron a 184 estudiantes heterosexuales de la Universidad que participarán en un estudio sobre la atracción sexual, y se les dijo que un programa informático se encargaría de encontrar a su pareja ideal. La mitad de los participantes eran solteros y la otra mitad estaban emparejados, con igual número de hombres y mujeres en cada grupo.

Es fantástico competir y ganar...
 Conociendo al IDONEO:
 A cada una de las participantes se le ofreció un candidato ficticio que había sido elaborado para que éste coincidiera exactamente con sus gustos e intereses. Pero la fotografía de “Sr. Idóneo” era la misma para todas las mujeres participantes, como también se les ofreció a todos los hombres participantes la fotografía de una misma mujer. A la mitad de los participantes se les dijo que su compañero ideal era soltero, y a la otra mitad se le dijo que éste ya mantenía una relación amorosa con otra persona.
Pobre pardillo, ella ya ha elegido.

“Todo era igual para todos los participantes, excepto el hecho de si su pareja ideal estaba ya comprometida o no”.
El resultado más notable se obtuvo en las respuestas de las mujeres solteras. El 59% de las mujeres solteras a las que se les ofreció un candidato soltero se mostraron interesadas en mantener una relación con él. Sin embargo, hasta el 90% de las mujeres solteras a las que se les ofreció un candidato emparejado se mostraron interesadas en perseguir una relación con él.
En el caso de los hombres no hubo diferencias significativas, era mujer pues era interesante y punto.
Se especula que las mujeres solteras pueden prestar más atención a los hombres emparejados porque estos ya han sido “preseleccionados” por otras mujeres y con resultados satisfactorios como pareja, mientras que los hombres solteros son más bien una incógnita o esconden algún defecto que les hace poco interesantes por el riesgo a lo no experimentado y poco morboso.
Otra explicación posible, dice  que en la sociedad actual las mujeres están socializadas para ser competitivas, por lo que les sube la autoestima el hecho de cazar y a poder arrebatar definitivamente a los compañeros de otras mujeres rivales.

lunes, 1 de julio de 2013

Una bonita y excitante evolución juntos.

Mi sumisa jamás me ha hablado de límites porque dice que un Amo debe saberlos siempre y en todo momento.

Esta realidad era un sueño que parecía
inalcanzable, ahora es una realidad palpable.
Si pudiera mirar con unos prismáticos que me llevasen al inicio de nuestra relación vería unos límites que ahora nos parecerían casi ridículos. El esfuerzo por no sobrepasarlos pero acercarte sin miedo a su lado es quizás lo que más nos ha ayudado a poderlos ver de cerca y buscar la forma que ellos mismos pidan ser sobrepasados para poder seguir andando por el camino del deseo al más alto nivel posible en ese momento.
 A primera vista parece que el momento de pasar el límite lo firma siempre el Amo pero no es así.

Una sumisa da sutiles pistas en las que se puede leer que está preparada para pasar por esa experiencia que tenía vetada por el miedo a llegar a vivirla.
Las prisas son malas consejeras si lo que busca el Amo es poder dar placer y deseo en el hecho de pasar por encima ese límite. No hace falta exagerar en ese instante, solo con pasar de forma discreta ya abre la puerta a que otra vez sea de una forma más elegante llevar a cabo esa experiencia.
No atar a janna siempre me ha sido un placer enorme pero ha llegado el momento, quizás de empezar a pensar que sentirse inmóvil en el momento de sobrepasar ese límite para forzarla a saber que es más fácil confiar en su Amo que confiar en su valentía.
Oler la sensación del miedo dominado por el valor de la sumisión a su Amo hace de janna un ejemplo a seguir porque da una seguridad en el trato que te hace sentir poderosamente Amo de su ser pleno.
 

Una bonita narración de paola a janna, dos grandes sumisas de las que tanto aprendí.

Esta bonita narración me llegó a mi correo hace ya un tiempo largo y fue forjado por una gran sumisa que deseaba ser mejor de lo que ella creía ser.
Mi sumisa janna fue su maestra según mis indicaciones y fijaros que par de sumisas más fantásticas tuve la oportunidad de disfrutar.
Se trató de un relato que paola hizo a janna que era una especie de tutora suya bajo mis criterios de Amo de janna y Amo-tutor suyo.
En la vida he cometido tantos errores por la voluntad de no ofender a una u a la otra pero ahora con la visión desde el balcón y el factor tiempo fue una época muy feliz y constructiva para mí como Amo.
Por ese motivo doy las gracias públicamente a janna que lo hizo posible y a paola que puso todo cuanto tenía en sí misma para triunfar en la relación de tres. Yo decía con una sonrisa interna que era afortunado por haber podido vivir esa relación junto a estas dos grandes personas.
La narración estaba escrita por paola y dirigida a janna porque yo así se lo pedí y dice asi:
“Bona nit Ama…
No debería estar aquí sentada escribiendo ahora pero hoy no tengo sueño y mientras lo espero…
Quiero verme a Tu lado… quedamos por la mañana, hoy tenemos todo el día y lo aprovechamos las dos juntas, tomamos un café y nos vamos de mironas por los escaparates y tiendas, entramos en alguna de ellas  y con la excusa de probarnos algo y entre trapito y trapito  haces que me quite el tanga para estar sin él  y vaya acariciándome pero sin pararme mucho en hacerlo porque habrá más probadores. Tu sin decirme nada también te masturbas porque tienes orden directa de Sir Reus y así pasamos la mañana hasta la hora de comer... calentándonos las dos, hablamos un poco de todo y en el café de la sobremesa el Amo te llama y dice que vayamos a cierto hotel que nos espera y te da algunas órdenes que solo te quedas Tu.
Al llegar entramos a la habitación y directamente. El viene hasta nosotras y toca nuestro sexo para ver si estamos mojadas y cuanto… parándose en el clítoris y dándonos el calor de sus dedos, te dice algo al oído y se retira, se sienta en la cama acomodándose y sin decir nada, solo nos mira.
 
Te  giras hacia mí y ordenándome que me desnude y que me ponga de rodillas, buscas la mirada de Sir Reus para que te dé su consentimiento y empezar a ofrecerle  unos de Sus (Tus) deseos… una vez desnuda y en el suelo El te da Su correa y diciéndome que me acaricie  empiezas con azotes y caricias en mi culo mezclándolos entre si hasta que decides que  ya está bien,  me dices que coja el penis de S.R. y lo chupe  para mojarlo todo bien. El Amo te hace un gesto con la mano para que Tú te pongas entre Sus piernas en la misma postura en la que estoy yo...  tiras de mí  y de rodillas te sigo hasta donde  te colocas dejándome un paso detrás de ti y le devuelves el cinturón, con la mirada te señala Su pantalón y obedeciéndolo empiezas a acariciarlo y a abrirlo hasta llegar a Su Sexo que dejas a la vista no sin antes pasar Tu mano sobre él , al roce de Tu mano El te da un azote diciendo que no te dió permiso para tocarlo y seguidamente que yo te penetre y te folle con el penis desde donde estoy mientras con la otra mano dice que te acaricie y  pellizque los pezones, después de eso lo que quiere ver es como las dos nos masturbamos  a dos pasos de El y a cuatro patas… nos retiramos y metiendo la mano entre las piernas las dos obedecemos hasta llegar a corrernos quedándonos en la misma postura.

El se levanta cinturón en mano y acercándose a nosotras empieza a jugar con nuestros culos, primero el tuyo y después el mío hasta propinarnos como diez azotes a cada una de nosotras para después acariciar la parte que nos dejó marcada y caliente. Se inclina y besándonos a las dos vuelve a sentarse en la cama de nuevo y con otro gesto que hace te dice que continúes de nuevo Tú. Te levantas coges el penis me lo metes en la boca y te colocas tras de mi acercándolo al ano y después de poner crema con la mano empiezas a pasármelo y empujar hasta que está dentro de mí y así nos acercamos a nuestro Amo que te coloca como para dejar Tu culo a Su alcance y El con Su mano te penetra a ti diciendo que Tu le copies todo los movimientos que haga en ti a mí y así las dos terminamos folladas, Tu por El y yo por Ti.
Para darnos Su regalo nos da la vuelta las dos, nos acercamos a Su entrepierna  que aun deja ver Su sexo al desnudo y las dos lamemos Su pene llegando a rozar y entrelazar nuestras lenguas hasta hacerle correr para bebérnoslo todo de El… se deja caer en la cama y nosotras también cada una a un lado de nuestro Amo y así descansamos los tres…                                                                                    
                                                                                                  paola