domingo, 26 de febrero de 2012

El orgullo del Amo está pasado el límite de su sumisa.

Se hace difícil escribir sobre el orgullo de un Amo cuando ha dado a su mejor amigo la posibilidad de disfrutar sexualmente lo más importante que posees como Amo, tu sumisa.
Se tuvo que trabajar mucho para que fuera un acto cómodo para todas las partes.
El invitado no quería romper el buen rollo entre Amo y sumisa de su amigo.
El tercero se llevó más susto cuando tocaba dar a la sumisa su carga de dolor. Se ponía loco de un deseo inexplicable para él que le hacía ser mucho más potente de lo habitual, cosa que le maravilló y lo comentaba en todo momento como cosa extraordinaria. Todo un orgullo para mí sumisa y para mí también, al ver valorada en su justa medida la posesión más importante del Amo, su sumisa.


Sumisa de Sir Reus
El Amo necesitaba sentirse orgulloso de la entrega que su sumisa le proporcionaría al darse en cuerpo a mi amigo y en alma a mí, su amado Amo. Dicen voces que para ser sumisa no se ha de estar enamorada de su Amo y otros opinan lo mismo del Amo que no tendrá el valor suficiente de someter en todas las facetas a su sumisa por el hecho de amarla casi tanto como la desea. Está claro que no es cierto en nuestro caso ya que jamás ha interferido en la relación en el aspecto de rebajar los niveles de entrega en el dolor.
La parte correspondiente a la sumisa es la más importante y difícil de llevar a cabo de una forma deseosa-controlada y sensualmente limpia en todos los aspectos.
No explicaré los pormenores porque sólo sería una exposición de una sesión normal entre Amo y sumisa si no fuera que en éste caso el Amo es espectador orgulloso de su sumisa y también el que marca las pautas de lo que en la sesión va ocurriendo.
Al principio cuesta que sea un acto sin nervios, poco a poco se va suavizando la situación al olerse un respeto total entre los que allí están. El Amo suave y  tranquilamente va dando las instrucciones de lo que se va a hacer para deleitarle los ojos y regalarle los oídos con ese “sí Amo” que la sumisa decía tras cada orden o consejo del Amo, acatando con toda prestancia y elegancia cada nueva posición o acto.
Al poco pude sentarme en el sofá situado a un escaso metro de la acción y desde allí observé en los ojos de janna, la entrega total de la sumisa a su Amo. Era la primera vez que era cedida y fue desde la distancia, su observación, el momento más pleno de orgullo desde que mi sumisa me ha hecho ser Amo.
Quizás alguien pueda creer que no, pero yo aseguro que he tenido el placer de aprender lo que siente un Amo orgulloso de obtener de su sumisa una acción tan imponente de entrega total como es la cesión, controlada, de su cuerpo a otro hombre, además para más morbo propio en éste caso un vainilla serio, extremadamente educado y cortés hasta el punto de ayudar a mi sumisa a conseguir la máxima expresión del sexo sin ningún tipo de problema.
No tengo palabras suficientes para poder agradecer a mi amigo su valor y a janna la entrega de su límite y su total entrega como mi preciosa sumisa.
Sir Reus.

viernes, 10 de febrero de 2012

La fuerza de janna comienza en el León que la mantiene libre.

Hay momentos en los que tenerla atada es fantástico, en otros casos tenerla desatada y que sea su propia voluntad la que le ate a la voluntad de su Amo es más difícil de mantener, sobre todo si el nivel sensual sube tanto que imposibilita estar suelta.
Es entonces cuando aparece el León.
Azotar a una sumisa es un honor casi inenarrable pero azotar a tu sumisa es un sueño convertido en vida, si además puedes hacerlo de forma que tu sumisa sea libre se convierte en algo excepcionalmente grande.
Atar a la sumisa es morboso para el Amo y quizás también para la sumisa pero que se ate ella sola a ti y entonces puedas azotarla tan suavemente como en forma extremadamente dura sin que se desate en su libertad de entregársete es algo que solo te puede dar una sumisa excepcionalmente libre por saberse liberada para hacer lo que su Amo desee con ella, esa es mi sumisa janna.
Se abraza a su León, a esa figura dorada que está en la cabecera de la escalera.
Una vez bien sujeta su Amo la besa en los labios, mejillas, cuello y empieza esa entrega que tanto necesita tanto uno dar como el otro recibir. A más dolor más fuerte se aferra a la figura que la sujeta. Llega el momento sublime que se escapa de entre sus dedos la susodicha estatuita y es entonces cuando el Amo tiene el mayor de los regalos de su sumisa, janna se disculpa y cogiendo otra vez fuerte la figura hasta que finaliza esa azotaina tan excitante que el Amo da a su sumisa y ella le agradece con su sonrisa entrecortada por el esfuerzo de mantenerse aferrada al León.
Sir Reus

jueves, 9 de febrero de 2012

El regalo imprevisto es orgullo para el Amo.

Hemos entrado esta tarde en el ZURICH de Barcelona.
Subimos al altillo, la parte alta de madera  donde hay unas mesas muy dadas a la conversación íntima, nos sentamos alrededor de la mesa en el extremo donde se puede ver todo el Café desde las alturas.
Estuvimos tomando janna un té caliente y yo un café como es habitual en mi. Era una conversación como lo son todas, muy sensual. Al rato de estar allí sentados sentí la necesidad de pedirle un orgasmo.
Me miró con sus ojos abiertos de par en par y no tuve que repetirlo ya lo leyó en mi mirada, debía masturbarse allí sentada en la silla con los camareros subiendo y bajando , los vecinos de altillo hablando a nuestro alrededor y yo delante observándola entusiasmado por ver su poder de concentración actuando al cien por cien.
Al principio no podía en medio de todo el lio allí existente excitarse,  por lo que la ayude diciéndole que la miraba y hablándole flojito y serenándola le pedí que cerrase los ojos y que estuviera tranquila porque yo controlaba su intimidad.
Poco a poco se fue poniendo colorada, brillante y su perfume empezaba a invadir mi espacio. Al poco salieron de sus labios los primeros alientos de excitación, se mordía los labios y abría momentáneamente los ojos buscando el calor de mi mirada llena de deseo por ella.
Su última mirada fija en mi ya no volvió a desaparecer de su cara, exhaló su orgasmo a través de su respiración hacia mí, lo pude comer entero y encontró en mi el orgullo que siempre necesita cuando se sabe buena y obediente sumisa.

Sir Reus

sábado, 4 de febrero de 2012

Cera caliente en tus pezones el día de tu aniversario.

Cuando te regalen una vela el día de tu aniversario, sea quien sea, significa que espera que la derrames fundida en tus pezones.